Queme cartas. Ordene su casa. Corte su pelo. Viaje solo. Cierre la ventana del chat. Elimine fotos. Vacíe la papelera. Borre su número (aunque se lo sepa de memoria). Diga «gracias por todo» aunque no lo sienta.
Vaya. Llore cuando suene esa canción. Suba un post reflexivo. Lea sobre crecimiento. Escuche hablar a gente sobre Contacto Cero. Inténtelo. Fracase en el intento.
Piense que esa gente es idiota.
Vuelva a intentarlo.
Distráigase.
Vaya al cine. Haga surf, escalada, running.
Medite. Tome sol. Súbase a una montaña.
Aprenda algo nuevo. Respire profundo. Haga journaling.
Enfóquese en el trabajo. Levántese temprano. Sea productivo. Sea funcional.
Llénese de tareas. De deadlines. De excusas.
Compre plantas. Compre libros. Compre cosas.
Cambie los muebles de lugar. Cambie de rutina. Cambie de tema.
Finja que ya entendió todo. Que lo que pasó tenía que pasar. Que está listo. Que está mejor. Que ya soltó.
No diga «fue lo mejor». No lo sabe. No lo será.
Odie su deseo. Siéntase agotado de lo que desea, de todo lo que deseó, de todo deseo posible.
Pretenda eliminar esa parte suya que no obedece.
Siéntase inútil.
Después, cuando nadie mire, revise por enésima vez el mensaje que no envió. Pase por el perfil que dijo que no iba a mirar. Maldiga solo en voz baja. Repita la conversación en su cabeza como si pudiera reescribirla. Pregúntese, sin hacerlo muy fuerte: ¿y si todavía no?
Olvide la pregunta.
Entiéndalo: hay cosas que no cierran. O que no lo hacen de forma limpia.
Y quedan ahí, como un mueble viejo en medio de la casa.
No estorba del todo, pero tampoco se puede mover. Pesa demasiado.
Y uno aprende a rodearlo. A vivir con eso en medio.
Con el objeto inservible. Con la piedra en el pecho.
Pero igual, si necesita cerrar algo, cierre.
Pero no espere paz.
Hay expresiones que funcionan como virus. Se reproducen sin control, sin que nadie las cuestione.
Cerrar ciclos es una de ellas. Una expresión que suena higiénica, moderna, terapéutica. Como si la vida fuera un conjunto de puertas que se abren y se cierran con eficiencia, con limpieza, con sentido. Como si en la vida no existieran los pasillos, las entretelas, la escala infinita de grises. Todos esos hilos conductores que van armando la propia vida y la identidad.
Hay cosas que no cierran. Que se arrastran. Que no se superan.
Hay historias que se deshilachan, que no terminan: simplemente se apagan. Y la ceniza—que molesta, ensucia y se mete por todos lados— queda ahí.
Tal vez cerrar no sea necesario. Tal vez solo haya que aprender a convivir con lo que no se ha resuelto todavía. A dejar que duela sin transformarlo en un mantra. Sin buscarle sentido. Sin convertir la tristeza en una narrativa de superación.
No siempre se cierra. No todo se entiende.
Aun así, se sigue. Porque estando vivo eso sí puede hacerse.
O porque eso es lo único que puede hacerse.
Y ahí conviene recordar —quizá— que en eso se ha tenido suerte.
No una suerte fácil, ni alegre, ni perfecta.
Una suerte terca, incómoda, frágil.
Así es la suerte de estar vivo, que es también la suerte de la posibilidad.
De tocar.
De errar.
De recordar.
De cambiar de idea.
De volver a mirar algo y entenderlo distinto.
Y cuando a uno le ha tocado eso, no queda otra que jugar igual.
Hola Claudia... 👋 Supongo que es esta cosa tan yang-occidental de querer controlar todos los procesos, incluso los más orgánicos, como lo son los duelos. No? Y no funciona así...
Yo tuve un mueble pesado y viejo apalancado en medio del salón durante varios años tras el día que "decidí" soltarlo. 4 años después, aún dolía a veces.
Ahora ya no está el mueble, fue yéndose muy poco a poco, pero creo que en total tardó 6 o 7 años en marcharse del todo... 😬
No sé cómo lo haces, pero pareces dar en la tecla muchas veces. A veces te leo y conecto con tus palabras como si alguna vez hubiera también querido expresarlas de esa manera, pero no sé hacerlo. Es una delicia leerte. Cerrar ciclos no siempre es necesario, y muchas veces los cerramos sin ser conscientes. Qué útil es saber vivir con aquellos que no se cierran del todo. Gracias por escribir y compartir tus palabras :)